Bueno, yo ya había reflexionado sobre que iba a hacer cuando viera algo en la calle que me gustara, pero, no había llegado a una conclusión. No sabia que iba a hacer, ¿lo cargaría?, ¿no lo cargaría? No sabía. Pensé que llegado el momento me iba a dar mucha vergüenza, andar pasando malos momentos frente a los nuevos vecinos…. Bueno, el temido momento llego. Fui a buscar a Fabri a la escuela porque venia de otro lado y no llegaba a casa antes que el autobús. Eso hizo que no coincidiéramos con los otros dos vecinos que esperan a las otras dos compañeritas. Llegamos entonces con Fabri tipo 3 y media. Nadie a la vista. Pero,.. Solo … apoyado en un arbolito del edificio vecino, un sillón!!. Era de dos cuerpos, estilo silla capitoneado en el respaldo y con apoyabrazos de madera. Estaban también los almohadones pero con el tapizado rasgado. Fabri, empezó a gritar, “Mama un sillón! Vamos a subirlo!, ¡voy a verlo!” y se fue. Desde allá me gritaba, “Dale mama, ven a verlo esta buenísimo”. Subimos, dejamos las cosas. Fabri insistiendo. Le dije, “Fabri, vemos mas tarde, de nochecita”. Claro después pensé que era mejor temprano porque todo el mundo esta trabajando. Me puse los championes, una remera, me ate el pelo y bajamos en comando. Claro que en el camino, justo!, el mejicano de abajo. “Hola Gabriela” , “Hola José”, “Que tal? ¿En que andas?” “Y…ehhh, bueno…este…” y Fabrizzio acota muy fuera de tiempo, “Vamos a juntar el sillón que esta tirado”, ta, ¡que vergüenza!, “Noooo, vamos solo a mirarlo, es que Fabi insiste,…”. Fabri de un lado, yo del otro. Lo entramos a las patadas por la puerta de emergencia, cerca de las lavadoras y empezamos la subida. Subí los primeros 3 escalones, yo arriba, Fabri abajo y quede trancada. Se me caía. Franco me quería ayudar y Fabri no aguantaba más. Y yo aludiendo a mi pobre madre, pensaba… ¿Qué estoy haciendo? ¿En que me metí? El hijo de Pety esta en su hotel 4 estrellas y yo no debería haber tratado de hacer este disparate sola. Cuando sentíamos ruidos nos quedábamos calladitos. Tire, empuje, tire, tire, empuje, hice fuerza y lo subí el primer tramo. En el segundo me puse abajo y lo empujaba con la rodilla. Subimos. Miramos que no viniera nadie en el corredor y empujando llegamos a casa. Faltaba una baranda que estaba suelta, entonces bajo Fabri corriendo a buscarla. Yo creo que fue y volvió y yo todavía no había recuperado bien el aliento.
Empezamos el tratamiento de Lysoform y el de bichos por las dudas. Lo tape con el mantel bordado blanco, (datos para los que lo conocen). No porque el tapizado estuviera mal, sino para que pareciera más de casa.
Hoy fuimos a Ikea y hay de todo y muy lindo, pero, también hay un sector donde las cosas que tienen algún defecto las venden rebajadas, entonces revisando en un canasto de telas encontré una funda para sillón negra a 10 dólares y me la traje. Ahora, están mis tres hombres mirando tele en nuestro sillón negro. Me había dado “cosa” cargar algo de la calle, pero,… ya se me fue.
samedi, octobre 22, 2005
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