A veces me río de mi misma. Yo creo que ya me deben conocer en el barrio, como “la loca del carrito”.
Estos días han estado feos. Yo se exactamente el día que cambio el tiempo. Fue al otro día de comprarme una pollera de oferta preciosa a 5 dólares. Ahora entiendo porque estaba en oferta, porque no me la pude poner ni una vez. De todas formas, el bicho que tengo al lado y que no sabe apreciar nada de moda, ya me dijo ¿Qué tal campanita? Porque es bordo, tableada, con apliques, preciosa. El domingo me la puse en casa, para usarla, porque si.
Entonces, el cuento venia porque… cambio el tiempo. Llovizna y esta más frío o llueve todo el día. Con suerte esta nublado. Unos de esos días, mirando con Franquito, hacia el parque decidí que el clima no importaba nada. Porque si me quedaba por la lluvia me quedo a invernar aca. Así que no importa nada, llueva no llueva por ahora no nos importa nada a Franco y a mi. De noche organizo las mil vueltas que intento hacer desde que meto a Fabri en el autobús hasta las 3 que vuelve. Dejo preparada la ropa y el móvil y salimos. Hubo dos días que tuve que hacer una “Instalación” muy casera pero útil con un paraguas en el cochecito. Llovió todo el día fuerte y Franco no se mojo ni un pelo. Yo atrás, que estrene la campera y descubrí que es muy útil la visera los días de lluvia. Estoy muy contenta con mi campera (yo soy feliz con poca cosa ¿no?), me pongo algo liviano y la súper campera con visera y arranco. El viernes compre el nylon especial para la lluvia para el cochecito y me sentía como si había comprado un auto, autonomía total en todo tipo de clima.
lundi, octobre 17, 2005
S'abonner à :
Publier des commentaires (Atom)
Aucun commentaire:
Publier un commentaire