perdon las faltas, (no puedo con el teclado)
Como siempre, quiero hacer mil cosas. El jueves, Salí temprano fui a cobrar el cheque semanal de Pablo, (ya me esta gustando esto de tenerlo trabajando), seguí mis vueltas por las guarderías y llegue a casa por el mediodía. Cambio de atuendo y salimos rumbo al súper. Almorzamos, descansamos y llame a la escuela para ir yo a buscar a Fabri así me iba a una conferencia que me interesaba en Casa Cafi. Dude un poco porque llovía fuertecito. Deliberamos con Franco y salimos igual. En Casa Cafi tienen guardería, pero como Fabri salía de la escuela le llevaba fruta, sándwich y jugo. Después de todo eso, llego en hora bajo agua a la escuela y estaba Viviana, nuestra vecina colombiana. “Ay, Gabriela, fíjate que rico, me encontré a Pablo en el metro y quien te diga que iba feliciiiisismo a su casita.” Entonces me descoloco porque yo lo esperaba de noche. ¿A cual casita? ¿Seguro era el? ¿A que hora fue eso? Entonces como el perdió su llave estaba en la escalera esperando. Nos cruzamos. Vuelta a casa bajo lluvia. Bueno, claro que no importo porque nos alegro mucho que llegara de sorpresa más temprano.
Viernes
Fuimos a Walmart a ver championes a Fabri y yo desesperada buscando mi nylon para el coche. Lloviznaba. Walmart es tipo Geant. Más desordenado. De tarde, simplemente estar en casa. Es raro no tener responsabilidades los fines de semana.
Fin de semana
Llueve. ¡Que novedad! Íbamos a ir por los championes pero lo dejamos para el Domingo. Franco decidió levantarse 6.45 y también decidió no dormirse más.
De noche Pablo hizo empanadas con masa casera. Como siempre, debe decirse, le quedaron muy ricas.
Domingo
Abren un restauran en la isla (otro), y fuimos a ver si necesitaban a alguien para la cocina. El dueño, un muchacho, les dijo que si, que comenzaba cuando quisiera, que puede hacer las horas que quiera y le pregunto si quiere trabajar el fin de semana y si quiere o no hacer trabajo declarado. El problema es que es el mínimo y hay mucha diferencia con lo que esta ganando en el hotel. Hoy el dueño llamo a ver si lo había pensado y que esperaba que lo llamara. Raro ¿no? Te llama el empleador.
Veremos, el sueldo es mejor allá, le cuesta dejar la comida, come a nivel 4 estrellas!, y nosotros la vamos llevando. El orden volvió a la casa he instaurado un régimen militar de horarios de deberes, ducha, cena, lavado de dientes y hora de acostarse que me hacen la vida más fácil. Un punto a favor es que tengo la computadora sola para miiiii.
Después de comer nos fuimos por los championes y pasamos por un super con precios muchos más baratos. Así que para no desentonar con los otros inmigrantes de la isla volvimos cargados de bolsas molestando en el ómnibus.
Llovía, y parecíamos una expedición Franco en su móvil cerrado, pero igual con campera cuello y capucha y nosotros tres encamperados y con capuchas que solo se nos ven los ojitos. Tanto frío no hacia, pero no tenemos abrigos intermedios para la lluvia.
Nos reíamos, ¡quien nos ha visto y quien nos ve!!!, Bajo lluvia y en ómnibus para comprar la famosa trucha en oferta y el brócoli mas barato. Y en casa Pablo no compraba si no era de Tienda Inglesa. Pero increíblemente, pasamos bárbaro y volvimos con el pescado, muertos de risa a probarle a Fabri el disfraz de pirata que compramos para Halloween.
Llegamos Pablo se puso a cocinar para dejarnos comida preparada. Nos hizo una cazuela de lentejas, como siempre…le quedo riquísimo.
mardi, octobre 18, 2005
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