Y aquí estoy, toda pintada con mi nuevo maquillaje, me pesa el cuello por los collares divinos, me estoy inspirando con una copa de Don Pascual y comiendo un barquillo de chocolate con dulce de leche... qué más se puede pedir?
Mamá llegó. Siempre nervios en el aeropuerto, Fabri estaba que se moría. Cada vez que se escuchaba algo en el altoparlante parabamos la oreja, teníamos miedo que la tuvieran secuestrada en la aduana por contrabando. Creo que 4kg de dulce de leche, varios de yerba, 6 botellas de vino, varias de whisky, ... no se podían pasar.
LLegó cansada pero contenta, con las valijas llenas de regalos. Como siempre una locura, papeles, bolsas, "este para vos de ..., este para Fabri de..., este te lo manda.." y un griterío de fondo de los niños e intercalando los rezongos míos.."cortála Fabri con ese cachivache del hombre araña que me vas a dar la telaraña en el ojo!, Franco apagá es avión por favor que es una locura con esa sirena!..."Etc, etc,
Pablo sentado en un rincón disfrutando ciertas revistas que le mando mi querida hermana. Se ve que le gustaron, hoy se durmió abrazado de una de ellas...
Yo encantada, casi sin creer cómo mi hermana y Viviana habían elegido tan bien mis regalos!. Los barquillos fue como conocerme en lo más intimo!
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