Ese dìa como siempre estabamos retrasados, yo intentè llevarme todo y fue imposible tuve que desarmar y volver a armar las valijas y hasta ùltimo momento estuvimos metiendo cosas en ellas. Despuès nos acordamos de que recomendaba llevar fotos y nos tiramos hasta el shopping, las fotos, el buzo que Pablo querìa, las medias que me habìa olvidado, todo corriendo entre la gente. Me hubiera gustado disfrutar màs del dìa y estar tranquila, pero ya perdì la esperanza de cambiar, porque siempre quiero hacer algo màs. Para colmo nos avisaron que el vuelo de United desde MOntevideo se cancelaba pero que nos ofrecìan llevarnos en American pero una hora antes. Màs locura. No diò tiempo a pensar nada. Como yo una vez los lleve a empezar una vida nueva, asì nos llevaron Gabriel y Jazmìn. No se podìa porque sino Pablo se tiraba por la ventana. Ya se querìa quedar. De nuevo, ?Què estamos haciendoooooooooo? En el aeropuerto las valijas se demoraron mucho y pudimos compartir poco. Estaban ncomo siempre los màs queridos, los que nos han acompa;ado siempre, desde el casamiento hasta el sanatorio con Franco. Habìamos pensado que tenìamos que vivirlo como una alegrìa sobre todo con Fabrizzio, para que no se angustiara, que ya habìa llorado bastante diciendo que no querìa venir. El plan funciono bastante bien hasta la despedida. Hasta que pase la entrada, donde tuve que parar para que Fabri no me viera. Ojala esto valga la pena, ojala podamos volver a visitarlos muchas veces porque los queremos mucho.
El aviòn estaba del otro lado y no podìamos ver la cafeterìa, pero vimos el buzo rojo de Javier, porque es dificil no distinguirlo. (Y eso que no se puso sus preferidos fluos)
En el aviòn Franco dormìa, yo lloraba y Pablo le mostraba las cosas a Fabri y moqueaba para el pasillo. Despuès despegò.
TUvimos el prmer llanto por un juguete en BS.AS y volvimos a salir como a las 11 de la noche.
Lo que las azafatas son lindas eso sì es puro cuento. Tratamos de pasar lo menos incomodos posible turnandonos con Franco. Fabri ya estaba màs animado porque tenìa su propia tele con madagascar y la comida le encantò. Washington, fila para inmigraciòn, nos pidieron todos los papeles y pase, siempre ùltimos. No sè como siempre eramos los ùltimos. El aeropuerto de Washington esta dividido en varias terminales y para desplazarse hay que tomarse unos omnibus llamados shuttle, esta bueno que quede bastante tiempo entre un vuelo y el otro, porque si bien esta todo muy claramente se;alizado uno demora. Nosotros f uimos los 3 al ba;o, un cambio de pa;al, un compra de un agua, desarme el carro para pasarlo por los rayos, arme el carro, sacarse y ponerse los zapatos, etc. Lo bueno fue que casi ni tocamos las siete valijas. (Lo malo que en MOntreal tampoco,...) . El otro aviòn es chico. Màs còmodo pero estuvimos molestando mucho porque los chiquilines ya estaban cansados) Viaje corto y ajusten los cinturones que estamos aterrizando en Montreal.
Continuarà... se me acabò la hora de la bibloteca. Un beso a todos.
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