Esta historia comenzó un 30 de mayo, que Ana Inés, Mónica y Claudia me insistieron que las acompañara a un pub. En Azabache tocaba una banda y como de película, entre la gente, lo único que ví eran dos ojos negros que me miraban. Mónica me hizo el favor y me acompaño a tomarnos un café con él y un personaje secreto. Salimos a los dos días y no nos despegamos más. Van casi 9 años y dos hijos.
Nos casamos en menos de un año y me fui de viaje, el famoso viaje de arquitectura, (para los que no son uruguayos, es un viaje por el mundo que dura aproximado 9 meses). Ya en una de esas cartas me planteo el tema. A ver qué pensaba yo de vivir en otro lado, de probar otra cosa.
Los años pasaron, trabajo, estudio, desempleo, niños, recibirme, trabajar, etc. Hasta que, no sé que cosa activó nuevamente el tema de emigrar. Empezamos buscando en internet, lo discutimos bastante, me hice de una linda amiga en Canadá, Ale, hasta que llegamos a una de esas famosas reuniones del Sr Paquet. El terminó de conquistarme y de decidirme. Empezamos entonces fuerte con el francés y hacer los planes. Mandamos el formulario gratuito, nos enviaron el original, mandamos ése y a los quince días teníamos la entrevista. Viajamos en patota y con algunos nervios pero la pasamos. Después vino la embajada, las esperas, pero el 1/6/2005, llegó el mail, tenemos las visas!!!!!!!!!!.
Cuando me preguntan ¿porqué?, ¿qué buscamos?, porque acá no nos va mal, es dificil hacerse entender porque yo tampoco justifico nuestra decisión. Solamente la siento, casi no puedo explicar en palabras lo que busco. Creo que los que emigramos sin ser obligados, ni económica, ni políticamente, debemos responsabilizarnos esta decisión y en cierto punto se siente hasta como una culpa. Generalmente la gente se va y uno escucha, "no tuvo más remedio, el gobierno,.., la política económica, etc, y ese migrante es inocente y hasta un martir.
Nosotros tenemos que cargar con la incertidumbre de nuestra decisión pero que igual queremos probar. Yo lo que realmente siento es que la vida es muy corta y no quiero vivirla sin sobresaltos, cambiar, probar, no sé, es muy dificil de explicar. Dicen todos desde mi amiga Ale, mis blogmasters, la Onu, Gabriela, él que fue, que Canadá es el primer mundo, donde el techo es uno. Ojala eso ocurra con nosotros. Por ahora es un pedido, un sueño, que ojala salga bien, por Fabri, Franco, Pablo, yo y todos los que nos quieren.
Bisous, Gabriela.
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