jeudi, décembre 01, 2005

visita al médico

Fueron los tres rumbo al médico. Iban con todas las directivas y llegaron bien, pero 20 minutos tarde para seguir la tradición familiar. (Todo esto nos pasa por habernos salteado la clase de buenas costumbres).
Yo le explique a Pablo que tenía que inscribirse abajo. Si bien el lugar de atención era en el primer piso tenía que apsar primero por planta baja. No le hicieron casa a "mami sabelotodo" y subieron directo, y los rebotaron y volvieron a planta baja. Te dan una tarjeta roja, como de crédito con todos los datos del paciente. Les encanta, les gustan las tarjetitas, te dan una para todo.
Falto decir que donde fuimos era el Hospital de Niños de Montreal. Un edificio muy grande, es un hospital pero a el mismo nivel que la Española, (hasta donde pudimos ver). Las recepciones son como placitas con juguetes y banquitos y siempre cerca, las siempre necesarias cafeterias.
Bueno, lo atendieron en menos de una hora. Cuando llegó el urólogo, Pablo le explicó que él entendía bastante pero que hablar, hablaba poco. Revisó dijo que estaba todo bien y mandó una crema que se le pone al niño por 2 meses. Luego se deja pasar dos meses y hay que llevarlo al médico. Ya le dieron hora para dentro de 4 meses, no sé cómo voy a acordarme!. Al final de la consulta, el médico le explicó todo pero quería que a Pablo le quedara todo bien claro, así que mandó buscar a otro médico que hablara español. También quiso ayudar la enfermera que hablaba portugués y terminaron todos charlando.
Cabe acotar que la consulta era porque la piel del pene de Franco no ha bajado. (esta acotación es importante para cuando les haga el cuento " de cuando Pablo fue a la farmacia y de como le explicaron la colocación de la crema..."). Bueno, conclusión era un gran miedo el tema de la salud y va tan bien que da miedo. Nos pareció bien el hospital, nos dieron hora para un especialista en menos de 1 mes, lo atendieron en menos de una hora.
Hoy Pablo fue a comprar la crema. El entiende un poco y se inventa lo otro y sufre en el medio. Dio la receta de la crema. En ese punto, le preguntó cuanto costaba, ella le contestó pero,... los números están bravísimos de entender, entonces la duda era... 28, 128 ó 228, bueno y unas cuantas combinaciones más terminando en "uit". Según sus declaraciones la muchacha fue a buscarla, rebuscó y la encontró. Trajo la crema y una hoja impresa dirigida a Franco Scavone con las instrucciones de cómo utilizarla. Para que no quedara ninguna duda empezó a explicarle a este zapallo como se colocaba la crema, en circulos, y entonces como algunas palabras ya sabe, le salió: "pour l'enfant, pour l'enfant", "para el niño, para el niño". Después se dió cuenta que no era necesario abrir la boca. Pero toda verguenza se le paso cuando la muchacha después de decirle que el precio era 228, le dijo que lo pagaba el gobierno. Salió contento con su crema gratis.

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